II LA CONFESIÓN – In & Out

EXAMEN DE CONCIENCIA

Si quieres examinar tu conciencia – ya sea al final de un día, ya en vacaciones, o porque quieres confesarte ahora -, te ayuda el denominado “examen de conciencia”. Imprescindibles para el examen de conciencia son naturalmente los diez mandamientos y el doble mandamiento del amor a Dios y al prójimo.

  1. Amarás a Dios sobre todas las cosas.
  2. No tomarás el nombre de Dios en vano.
  3. Santificarás las fiestas.
  4. Honrarás a tu padre y a tu madre.
  5. No matarás.
  6. No cometerás actos impuros.
  7. No robarás.
  8. No dirás falso testimonio ni mentirás.
  9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
  10. No codiciarás los bienes ajenos.

“Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” 

  •      EXAMEN DE CONCIENCIA I – YOUCAT Confirmación

Para descubrir en qué aspectos mi vida no va bien y no se corresponde con el amor de Dios, nos puede ayudar lo que se conoce como “examen de conciencia”. El más antiguo del mundo son los diez mandamientos. Pero se pueden encontrar muchos más, por ejemplo en Internet. Aquí te presentamos un examen de conciencia particularmente sensato, escrito especialmente para jóvenes:

No sólo es pecado cuando actúo con dureza de corazón, sino también cuando me miro a mí mismo y no me dejo amar primero por Dios. Si rechazo su amor sin límites, me vuelvo yo mismo insensible.

  • No es pecado disfrutar de las cosas hermosas de la vida, pero sí convertirlas en mis dioses y querer conseguirlas a cualquier precio.
  • No es pecado querer ganar mucho dinero, pero sí que el bienestar se convierta en todo para mí. Y tener miedo a perder mi vida si comparto y me compadezco de otros.
  • No es pecado reclamar mis derechos, pero sí abusar de mis derechos, volverme desconsiderado y duro de corazón o menospreciar los derechos de otros.
  • No es pecado sentir deseos e impulsos sexuales, pero sí dejarme dominar por mis instintos o utilizar a otros para satisfacer mis ansias sexuales.
  • No es pecado que haya personas que no me resulten simpáticas, pero sí tratarlas como si no fueran, como yo, hijos amados de Dios.
  • No es necesariamente pecado criticar a otras personas, pero sí hacerlo de forma irreflexiva o descuidada y con ello desacreditar o herir a otras personas.
  • No es propiamente pecado experimentar en mí la envidia, la ira o la alegría por el mal ajeno, pero sí no intentar superar estos sentimientos o dejarme llevar por ellos en mis acciones.
  • No es pecado hablar de otras personas, pero sí contar, de forma irreflexiva o malévola, cosas malas de otras personas.
  • No es pecado callar en situaciones de conflicto, pero sí callar cuando otros son humillados, calumniados o víctimas de mentiras.
  • No es pecado discutir con alguien, pero sí buscar camorra, no escuchar a otros, no ocuparme de ellos, negarme a la reconciliación.
  • No es pecado que mi corazón se quede vacío a menudo en la oración, pero sí que no valore el tiempo de oración o ni siquiera me tome la molestia de abrirme a Dios y escuchar su palabra.
  • No es pecado tener a veces dudas de fe, pero sí separarme de la comunión de los creyentes, no participar regularmente de la Eucaristía, dar más valor a lo terrenal que a lo espiritual.
  • No es pecado hacer planes para mi vida, pero sí no dejar espacio para mi fe en Dios, que no me interese el hecho de que mi vida está cada día en sus manos.

 

  • EXAMEN DE CONCIENCIA II – In & Out

 

 

A DIOS

Dar a Dios el primer puesto en la vida. Posponer la relación con Dios.
Mostrarse como cristiano. Considerarse a uno como el mejor de todos.
Tener en la habitación una cruz, un icono, un póster de la Biblia o un signo de fe. Amar a alguien o a algo más que a Dios.
Reservar a Dios el primer pensamiento de la mañana y de la noche. En vacaciones hacer “pausa de Dios”.
Ir a Misa los domingos. Ser supersticioso, ser un veleta y creer en los horóscopos.
Defender a Dios, cuando los demás blasfeman contra él. Ir a divertirse sin tener tiempo para Dios.
Invocar a Dios, pidiéndole que se comunique en mi vida. Avergonzarse de la propia fe.
Buscar a Dios y su voluntad en la Biblia y en la Iglesia. Blasfemar contra Dios, maldecirle o desafiarle.
Informarse y perfeccionarse en la fe. Propagar prejuicios contra la Iglesia acríticamente.
Examinar diariamente la conciencia, confesarse con regularidad Creerse mejor (o peor) que otros pecadores.

AL PRÓJIMO

Vivir con alegría. Vivir exclusivamente para el propio placer.
Dar gracias a Dios por las cosas bellas de la vida, pero también por las difíciles. Dejar el mundo a su suerte.
Comprometerse a involucrarse activamente en la política, en la sociedad, en la Iglesia, asumir responsabilidades por otros. Alimentarse sólo con comida basura y producir permanentemente desperdicios plásticos.
Estar atentos: leer el periódico, ver las noticias, visitar portales de noticias, escribir cartas al director, publicar en foros. Trabajar sólo para el propio bolsillo.
Cantar, bailar y hacer deporte. No ofrecer ninguna resistencia contra la codicia.
Cocinar algo bueno y compartirlo con otros. Contaminar el medio ambiente.
Salir al campo. Maltratar a los animales.
Hacer el propio entorno más acogedor. Explotar la tierra, la mano de obra, el amor de los otros y el propio cuerpo.
Maravillarse ante la creación de la creación, admirarse de las estrellas. Esconderse, enterrar los propios talentos y dones.
Escuchar y componer música. Holgazanear, echar a perder las cosas.
Comer chocolate. Murmurar, criticarlo todo, ser un pesimista.

A LOS DEMÁS

Ser agradecido. Blasfemar, cotillear y destruir a los otros.
Ser verdaderamente un buen amigo, al que se puede llamar de día y de noche. Plagiar propiedad ajena en internet.
Perdonar a otros de corazón, y uno mismo pedir perdón. Engañar, hacer trampas, mentir, ceder a presiones y tejer intrigas.
Alegrar la vida de otros. Manipular a otros, usarlos para conseguir los propios objetivos.
Soportar con paciencia a las personas irritantes. Revelar secretos a terceros.
Actuar con elegancia y ser “noble” e idealista. Mirar a los otros por encima del hombro.
Rezar por los demás. Seducir a alguien para utilizarlo sexualmente.
Llamar a la injusticia por su nombre. Envidiar a los demás.
Ayudar a las personas mayores y a los minusválidos. Callar cuando los amigos consumen drogas.
Alegrarse con los demás, tener compasión. Hacer falsas promesas.
Emplearse a fondo con los marginados. Ser intransigente, no querer ver las propias faltas.
Tratar con respeto a las personas del otro sexo. Ser un peligro para los demás en carretera.
Ser sincero, sin ofender.

Ser cien por cien fiel.

Colaborar en un aborto o aprobarlo.

A UNO MISMO

Crecer en la fe, construir una verdadera relación con Dios. Ignorar síntomas físicos, no ir al médico.
Nunca dejar de trabajar sobre uno, de formarse, de querer ser mejor. Estimular un culto fanático del cuerpo.
Reconocer las propias fuerzas y debilidades. Fumar, consumir drogas, emborracharse.
Aceptarse como Dios le acepta a uno, y contemplarse con buenos ojos. Consumir pornografía, masturbarse.
Cuidar el propio cuerpo de forma razonable: buscar el sol, tomar el aire y hacer ejercicio. Sacrificarlo todo por la propia carrera.
Ser capaz de esperar hasta el matrimonio. Mendigar compasión.
Ser capaz de reírse de uno mismo; no darse excesiva importancia. Minusvalorar o minimizar manías y dependencias.
Perdonarse a uno mismo. Explotar abusivamente el propio cuerpo, trabajar en exceso, desmedidamente.
Disfrutar de la comida. Ser egoísta.
No irritarse con todo. Dejarse dominar por malos hábitos.
Diferenciar o importante de lo secundario.
Cuidar la propia conciencia.

 

  • EXAMEN DE CONCIENCIA III 

La familia…

¡Uf! Comentas que tus padres no te comprenden y están a la antigua, pero…

  • ¿Te has puesto en su lugar para comprenderlos?
  • ¿Cumples tus obligaciones (estudio, tareas, horarios, etc.) para con ellos?
  • ¿Colaboras en tu familia para que haya paz, amor y buenas relaciones?
  • ¿Eres obediente a tus padres y respetas a los mayores?
  • ¿Les exiges a tus padres más de lo que pueden darte (dinero, ropa, caprichos)?
  • ¿Cuándo intentan hablar contigo pasas de ellos?
  • ¿Te aprovechas de tus hermanos para endosarles el trabajo que tienes que hacer?
  • ¿Odias, envidias y tienes celos de tus hermanos?
  • ¿Vives el respeto, el amor, la fidelidad en tu familia?

Tus amigos/as, el prójimo…

  • ¿Tratas a los demás como quisieras ser tratado por ellos o utilizas a las personas según tu conveniencia?
  • ¿Los criticas cuando otros los critican?
  • ¿Los defiendes cuando otros los acusan de falsedades?
  • ¿Te haces el ciego y el olvidadizo para no ayudarles?
  • ¿Cumples la palabra que das?
  • ¿Dices mentiras de alguno de ellos/as?
  • ¿Los tratas como te gustaría que te trataran a ti cuando cometen un fallo?
  • ¿Los envidias cuando tienen algo que tú no tienes?
  • ¿Eres fiel a la verdad en las relaciones con los demás o te dejas llevar por las murmuraciones, los juicios infundados?
  • ¿Cómo vives la solidaridad con los pobres? ¿Eres sensible a las necesidades de quienes tienen menos que tú o te  despreocupas por completo de enfermos, pobres, ancianos, inmigrantes…?
  • ¿Te preocupas por los problemas de los demás?
  • ¿Cuidas las buenas relaciones con los demás?

Tu trabajo/estudio…

  • ¿Estudias y trabajas porque te obligan o porque quieres ser responsable y formarte?
  • ¿Estudias al final para los exámenes, porque no planificas tu tiempo y hay otras cosas más importantes que te roban el tiempo?
  • ¿Te has puesto en el lugar del profesor para comprenderle y entenderle?
  • ¿Eres valiente para hacer una crítica con razones que la justifiquen?
  • ¿Si hay un problema en el curso o trabajo, te pringas o te limitas a criticar destructivamente?
  • ¿Concibes tu estudio/trabajo como un medio de ayudar a los demás o sólo buscas tu propio provecho?

¡Ánimo, vamos bien, pronto acabamos!

Tú mismo…

  • ¿Analizas a menudo cómo eres y cómo vas?
  • ¿Te haces compromisos para cambiar?
  • ¿Eres amable, cercano, sensible y alegre con los que te rodean?
  • ¿Has sido soberbio y egoísta?
  • ¿Te sientes separado de alguien por riñas, disputas y peleas?
  • ¿Eres humilde para pedir ayuda a tus amigos, padres, catequistas, profesores?
  • ¿Buscas vivir en verdad?
  • ¿Has pecado de pensamiento, obra y omisión?
  • ¿Has procurado mantener tus pensamientos limpios y puros?
  • ¿Te has dejado llevar tras los deseos de tu cuerpo, mal uso de la sexualidad, exceso de bebida y el alimento?

Con Dios…

  • ¿Es Dios quien inspira tu vida o, por el contrario, te interesan otras cosas: el bienestar, la comodidad, el dinero…?
  • ¿Te acuerdas de Él sólo en los momentos difíciles?
  • ¿Tienes confianza en Él?
  • ¿Hablas con Él de tus cosas?
  • ¿Participas en la Misa del domingo?
  • ¿Con qué actitud participas en la Eucaristía?
  • ¿Te preocupas de conocerle más y más mediante la lectura de la Palabra de Dios?
  • ¿Cuidas la oración personal y comunitaria? ¿Te acuerdas de ofrecerle a Dios los trabajos, las dificultades y los gozos de cada día? ¿Le pides ayuda?
  • ¿Te preocupas por tu formación cristiana?
  • ¿Has faltado en dar ejemplo como cristiano ante tu familia, amigos, vecinos, parroquia…?
  • ¿Es Dios el centro y el motor de tu vida?
  • ¿Le hablas y lo consideras como un Padre bueno que te ayuda?