1. Para empezar a caminar…haciendo grupo
Nos situamos al comienzo de una nueva etapa en nuestra vida. Somos algunos jóvenes los que, atraídos por distintos motivos, estamos hoy aquí para iniciar juntos este apasionante camino. Estamos aquí libremente, guiados simplemente por el deseo de conocer a Jesús. Pero este camino, como decíamos, no lo haremos solos, sino que durante todo este tiempo experimentaremos la alegría de que para vivir nuestra fe nos necesitamos los unos a los otros. Jesús no nos quiere solos, sino que nos reúne en Iglesia, comunidad, grupo.
Oración y dinámica de presentación
Comenzaremos poniéndonos en la presencia del Señor, pues Él nos dice “donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18, 20). Así pues, comenzamos nuestra reunión haciendo la Señal de la Cruz, hacemos juntos la siguiente oración y terminamos rezando el Padre Nuestro.
Señor, hoy inicio una nueva etapa, un nuevo camino que me acerca y me conduce al encuentro contigo.
Señor, no sé lo que me espera. Sé que es una aventura
y la quiero poner ante tu presencia, como se pone una ofrenda, como se deposita una promesa.
Señor, no quiero que estés lejos de mí, no quiero que lo mío esté al margen de Ti. Tú serás mi compañero,
yo te lo confiaré todo
y aprenderé a descubrirte
en las esquinas del camino,
en las subidas y también en las bajadas:
Siempre.
Vamos a conocernos algo más cada uno de los miembros del grupo. Quizás puedas ir escribiendo algo más sobre ellos:
¿Qué busco?
Un paseo especial.
Seguro que cada uno de nosotros tenemos distintas motivaciones para formar parte de este grupo cristiano de jóvenes. Pero, realmente, ¿sabemos cuáles son? Vamos a intentar ahora tener un momento donde pensar, de manera individual, sobre ello. Con sinceridad y realismo. Nos levantaremos de la silla y daremos un paseo por esta sala. En ella veremos tres cartulinas distintas, donde encontraremos preguntas también distintas, pero que nos ayudarán a saber, con claridad, ¿Qué hago aquí? Da igual la motivación, el Señor seguro te sorprenderá a lo largo de la marcha del grupo, pero es importante que, sea cual sea, la conozcas y seas consciente de ella. Así que, en silencio, y de manera personal, paseemos por la sala.
En el puesto de salida
Reflexión
Hoy comenzamos algo nuevo, un camino a recorrer que nos llevará al encuentro con Jesucristo. Por tanto, es importante que nos situemos correctamente al inicio de esta etapa, que la vivamos con ilusión, con disposición de apertura y entusiasmo, dispuestos a realizar un esfuerzo paciente y perseverante respecto a nuestra propia formación, con el compromiso de realizar el trabajo personal que el grupo nos demande, y de asistir puntualmente a las reuniones de nuestro grupo. En definitiva, comenzamos este recorrido dispuestos a dejar que el Espíritu del Señor modele nuestro modo de pensar, sentir y vivir de acuerdo con el Evangelio.
Mt 19, 29
Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna. (Mt 19, 29)
¿Cómo me sitúo ante esta llamada de Jesús?
Al comienzo de esta etapa ¿qué debo dejar (pensamientos, prejuicios, actitudes, tiempo para “mis cosas”…) para comenzar a seguirlo?
Testimonio Tony Meléndez -Tú puedes decir que sí
Venid y veréis
Lectura de Jn 1, 35-39
Al día siguiente, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: «Este es el Cordero de Dios». Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: «¿Qué buscáis?» Ellos le contestaron: «Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?» Él les dijo: «Venid y veréis». Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima.
Momento de meditación personal. Ahora puedes releer el texto, despacio, y puedes fijarte en el diálogo de Jesús con estos discípulos de Juan. Cierra los ojos e imagínate, por un momento, que eres tú uno de ellos y Jesús te pregunta: ¿Qué buscas?
Canción: Dónde Vives (Jn 1, 38)
(Hermana Glenda. Disco “A solas con Dios”. Canción “Donde vives”. http://hnaglenda.org/es)
Dime, ¿dónde vives? ¿Dónde vives?. ¿Dónde vives, dónde vives? Maestro, ¿dónde vives?, (Bis)
¿Dónde vives, dónde vives? ¿Dónde vives, dónde vives? Maestro, ¿dónde vives?
Maestro, ¿dónde vives?
Dónde vives
Dónde vives Maestro, ¿dónde vives? Maestro, ¿dónde vives?
(Dónde estás Señor, dónde he de buscarte, indícame el camino)
Dónde vives
Dónde vives Maestro, ¿dónde vives? Maestro, ¿dónde vives?
Carta al iniciar el camino
Hoy en día ya no se estila mucho recibir cartas, hoy más bien e-mails u otro tipo de mensajes. Pero a todos nos da alegría cuando algún amigo nos dirige algunas palabras. Bien, pues hoy volvemos a la antigua usanza. Hoy Jesús ha escrito una carta para ti.
• La señal de la Cruz nos identifica como cristianos, recordándonos el gran Amor que Jesús nos tiene, pero también la respuesta de amor con la que nosotros debemos corresponderle.
• En este nuevo camino que comenzamos lo reconocemos a Él como la Luz de nuestra vida y queremos dejarnos, siempre, iluminar con su Palabra.
Los Grandes Ideales ¿Ideales? ¿Qué ideales?
1. Introducción
Comencemos nuestra reunión de hoy preguntándonos:
• ¿Qué es un ideal?
• ¿Cuáles son los ideales de la gente que conoces? ¿Y los tuyos?
• ¿Cuáles son los ideales de la sociedad en la que vives?
• ¿Tienes mucho que ver la Felicidad con los ideales de cada uno?
Todo lo que hacemos en la vida, ¿para qué?
2. Una Pequeña Historia
A cierto personaje le llamó la atención un joven a quien veía todos los días tumbado en el césped. Entabló con él una conversación que fue, más o menos, así:
–¿Tú no estudias?, ¿no tienes ocupación? –¿Como cuál? –dijo el chico, entreabriendo un ojo. –Podrías estudiar. –¿Para qué? –Para ingresar más adelante en la universidad. –¿Para qué? –Para obtener un título y poder trabajar. –¿Para qué? –Para poder ganar mucho dinero. –¿Para qué? –Pues… para que puedas adquirir una buena casa, y muchas cosas más –con- testó el buen hombre ya un poco perplejo. –¿Para qué? –Para que en tu vejez disfrutes de lo que tienes y descanses. –Pues eso es justo lo que estoy haciendo ahora: descansar.
Reflexionamos juntos:
• ¿Qué postura te parece más acertada? ¿por qué?
• ¿Qué hay de equivocado en las posturas de ambos personajes?
• ¿Cuáles son los ideales de cada uno de ellos?
La juventud es una época de contrastes. La vida está llena de opciones. Vivir es apostar y mantener la apuesta. Apostar y retirarse al primer contratiempo sería morir por adelantado. A la gente joven no se le pueden hacer planteamientos como los que este personaje ofrecía a aquel chico. Con ideales de ese tipo es difícil dar sentido a la vida de nadie.
¿Cuáles son mis ideales?
3. Las bienaventuranzas del mundo: ¿de verdad?
Estemos atentos a la presentación y sobre todo a la pregunta final.
¿De verdad? Estos ideales que nos ofrece el mundo como buenos, ¿de verdad nos dan la felicidad, fin último de todas las personas?
Todas las personas compartimos un ideal, ser feliz. Pero los caminos que nos ofrece el mundo en el que vivimos, a veces, son tan diferentes… Muchas veces la sociedad nos propone, de manera equivocada:
BUSCAR-HABLAR-TENER-DAR-SOÑAR-EXPERIMENTAR-AMAR-DISFRUTAR-VIVIR-SER.
• Felices los ricos porque ellos lo TIENEN todo y heredarán la tierra.
• Felices los conformistas porque todo les irá bien y nadie tendrá que consolarlos.
• Felices los poderosos ya que ellos hacen lo que les da la gana sin que nadie los critique.
• Felices los superficiales porque viven de apariencias y siempre están a la moda.
• Felices los fríos de corazón porque ellos no sufrirán y nadie los tomará por tontos, ni los engañará.
Lo propio de la etapa de un joven es albergar en su cabeza la idea de que puede y debe llegar a ser una persona grande. Pero, ¿dónde radica su grandeza?
Son muchos los que llenaron su juventud de grandes sueños, de grandes planes, de grandes metas que iban a conquistar, pero en cuanto vieron que la cuesta de la vida era empinada, en cuanto descubrieron que todo lo valioso resultaba difícil de alcanzar, y que, mirando a su alrededor, la inmensa mayoría de la gente estaba tranquila en su mediocridad, entonces decidieron dejarse llevar ellos también.
Haz memoria de algún proyecto que hayas dejado a medias, simplemente porque te resultaba difícil continuarlo, o por comodidad…
La mediocridad es una enfermedad sin dolores, sin apenas síntomas visibles. Los mediocres parecen, si no felices, lo menos, tranquilos. Todos tenemos que hacer un esfuerzo para salir de la vulgaridad y no regresar a ella de nuevo. Tenemos que ir llenando la vida de algo que le dé sentido, apostar por una existencia útil para los demás y para nosotros mismos, y no por una vida arrastrada y vulgar. La vida está llena de opciones. Vivir es apostar y mantener la apuesta. Apostar y retirarse al primer contratiempo sería morir por adelantado.
El Verdadero ideal del Hombre es ser completamente feliz: ¡De verdad!
¿Cómo pretendo yo ser feliz?
¿Cuáles son los ideales que nos ofrece Jesús?
Antes, con la presentación anterior, nos preguntábamos ¿de verdad todas estas cosas nos dan la felicidad? Para los cristianos la respuesta está en el Evangelio. Vamos a ver ahora la segunda parte de la presentación anterior donde Jesús nos muestra cuál es el camino de la Verdadera Felicidad que buscamos y anhelamos. Un camino que no es imposible de realizar, sino que confiando en Él podemos recorrer. Con Él, De Verdad, encontramos el camino. Jesús nos enseña a, verdaderamente:
BUSCAR-HABLAR-TENER-DAR-SOÑAR-EXPERIMENTAR-AMAR-DISFRUTAR-VIVIR-SER.
Ideales de Verdad: Las Bienaventuranzas (Mt 5, 3-12)
- Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.
- Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
- Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
- Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
- Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
- Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán ellos llamados hijos de Dios.
- Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
- Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan . y os calumnien de cualquier modo por mi causa.
- Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.
Oración
El camino de la Bienaventuranzas es también una llamada de Jesús a cada uno de nosotros a dejar a un lado nuestro egoísmo y a darle lo mejor de cada uno de nosotros. Por eso en esta oración le queremos dar nuestra respuesta:
Señor, Tú me llamas por mi nombre. Me dices cada día:
“¡Hola, ¿dónde estás?”.
Tú soplaste y yo respiré;
Me quisiste y nací; me miraste y sonreí.
En el bautismo, me llamaste y no hablé, Pero tu gracia llovió sobre mi frente Y me diste un beso lleno de amor.
Crecí y me hablaron de ti;
Te conocí un poco y te sentí gran Amigo. Me llamaste suavemente y me acerqué. Te hiciste pan y te comí.
Me acostumbre a ti; te arrinconé;
Me marché a casa…
Y Tú volviste a pronunciar mi nombre. Rompiste las cadenas
que me mantenían cautivo.
Con tu gracia sostuviste los anhelos De mi corazón y me hiciste persona.
Hoy, Señor, nuevamente, siento Que Tú me llamas por mi nombre Coma a pedro, Pablo, Juan y Andrés. Me miras a los ojos sonriendo y me dices: “Ven, sígueme. La mies es mucha y los braceros pocos”.
Aquí estoy, Señor, con mis manos vacías y mi cabeza llena de dudas,
Pero dispuesto a seguirte.
No te canses de llamarme.