CUARESMA’14 – Acto penitencial
“Muriendo y resucitando con Él”
CUARESMA…
En este tiempo de Cuaresma,
cuando nos preparamos para celebrar
la muerte de Jesús y su vida para siempre,
te pedimos, padre, que renueves nuestro interior
para que creamos de verdad en Él
y sepamos vivir como Él.
Demasiado a menudo nos pueden
la pereza y el desinterés.
Demasiado a menudo sólo miramos por nosotros.
Y no somos capaces de ver la felicidad que podemos encontrar
si abrimos los ojos como Jesús,
si actuamos como Jesús,
si amamos como Jesús,
si te amamos a ti, Dios, Padre
como Jesús te ama.
Padre, perdona el mal que hay en nosotros,
la inconsciencia y la pereza que hay en nosotros.
Padre, renuévanos,
condúcenos por el camino de la conversión,
acércanos a Jesús,
para que sepamos hallar la felicidad
allí donde Él la hallaba.
CONFESIÓN DE ALABANZA…
La confesión es en primer lugar reconocer las cosas buenas que Dios me ha dado, abrir los ojos y ver que muchas cosas en mi vida las tengo sin merecerlas: el colegio, la familia, la salud, la comida, el agua, mi cuerpo… reconozcamos todo lo que tenemos y veamos que otros no lo tienen, que yo podría haber nacido en otro país, en otro tiempo….y que mi vida no sería la misma.
Ver todo lo que tengo y saber que es un regalo.
Quizá sea bueno que te imaginaras que sería tu vida sin todo eso.
¿De qué puedo dar gracias a Dios por todo lo bueno que hay en mi vida?
Por tener una cama
Por tener familia que te quiere
Por tener una formación escolar aunque nos quejemos de ella
Por tener unas piernas unos brazos… ¡¡¡por estar sanos!!!
CONFESIÓN DE MIS CAÍDAS…
La confesión es también una confesión de nuestra vida concreta y cotidiana, de conocer y tomar conciencia de nuestros pecados, de aspectos de nuestra vida que necesitan ser animados. En este acto nuestras debilidades las ponemos confiadamente, en las manos del Padre.
¿Qué fallos me pesan, qué modos de pensar y actuar preferiría que no se diesen en mí?
SEÑOR ILUMÍNAME…
Padre bueno, aquí me tienes, incluidos mis defectos,
que me impiden vivir como un verdadero cristiano y ser
imagen tuya ante los demás.
Ayúdame, Señor
a tenerte presente, a sentirte cerca.
Haz que no haya ningún rincón de mi vida en el que Tú no
entres para que la renueves.
Hoy quiero que entres en ella y me ayudes a reconocer
mis faltas, para sentir que Tú eres la savia nueva
que vienes a dar Vida a la parte de mí que más lo necesita.
Gracias, Señor.
Cuando hacemos el mal, y cuando dejamos de hacer le bien que podríamos hacer, nos dejamos alejamos del camino de Jesús, rompemos de algún modo con él. Merece la pena que entonces seamos capaces de reconocerlo, y que le pidamos perdón. Porqué en el perdón de Jesús está la fuerza para volver a empezar siempre.
PEDIMOS PERDÓN…
Jesús,
sé que he actuado mal,
sé que no he hecho lo que tú esperabas de mí,
sé que con mi forma de actuar
me he alejado del camino de tu amor.
Me sabe mal haber actuado así
porqué tú me amas,
y tu camino es el camino de la felicidad.
Jesús, te pido perdón,
y te pido tu fuerza
para vivir como tú viviste.
ANALIZA TU VIDA SERENAMENTE…
Hola amigo/a, ¿cómo va el día? Soy Jesús. ¿Me has llamado?
Yo estoy siempre contigo aunque no te des cuenta.
Sé que lo que vas a hacer ahora te va a costar trabajo, porque a nadie le gusta admitir sus errores, pero no te preocupes, que yo te conozco bien y te voy a ayudar, sólo te pido que confíes plenamente en mí y seas sincero….recuerda el principal mandamiento: “Amor a Dios y amor al prójimo”
¡¡¡Manos a la obra, verás que alegría cuando acabemos!!!
Tú familia…
¡Uf! Comentas que tus padres no te comprenden y están a la antigua, pero…
- ¿Te has puesto en su lugar para comprenderlos?
- ¿Cumples tus obligaciones (estudio, tareas, horarios, etc.) para con ellos?
- ¿Colaboras en tu familia para que haya paz, amor y buenas relaciones?
- ¿Eres obediente a tus padres y respetas a los mayores?
- ¿Les exiges a tus padres más de lo que pueden darte (dinero, ropa, caprichos)?
- ¿Cuándo intentan hablar contigo pasas de ellos?
- ¿Te aprovechas de tus hermanos para endosarles el trabajo que tienes que hacer?
- ¿Odias, envidias y tienes celos de tus hermanos?
- ¿Vives el respeto, el amor, la fidelidad en tu familia?
Tus amigos/as, el prójimo…
- ¿Tratas a los demás como quisieras ser tratado por ellos o utilizas a las personas según tu conveniencia?
- ¿Los criticas cuando otros los critican?
- ¿Los defiendes cuando otros los acusan de falsedades?
- ¿Te haces el ciego y el olvidadizo para no ayudarles?
- ¿Cumples la palabra que das?
- ¿Dices mentiras de alguno de ellos/as?
- ¿Los tratas como te gustaría que te trataran a ti cuando cometen un fallo?
- ¿Los envidias cuando tienen algo que tú no tienes?
- ¿Eres fiel a la verdad en las relaciones con los demás o te dejas llevar por las murmuraciones, los juicios infundados?
- ¿Cómo vives la solidaridad con los pobres? ¿Eres sensible a las necesidades de quienes tienen menos que tú o te despreocupas por completo de enfermos, pobres, ancianos, inmigrantes…?
- ¿Te preocupas por los problemas de los demás?
- ¿Cuidas las buenas relaciones con los demás?
Tu trabajo/estudio…
- ¿Estudias y trabajas porque te obligan o porque quieres ser responsable y formarte?
- ¿Estudias al final para los exámenes, porque no planificas tu tiempo y hay otras cosas más importantes que te roban el tiempo?
- ¿Te has puesto en el lugar del profesor para comprenderle y entenderle?
- ¿Eres valiente para hacer una crítica con razones que la justifiquen?
- ¿Si hay un problema en el curso o trabajo, te pringas o te limitas a criticar destructivamente?
- ¿Concibes tu estudio/trabajo como un medio de ayudar a los demás o sólo buscas tu propio provecho?
¡Ánimo, vamos bien, pronto acabamos!
Tú mismo…
- ¿Analizas a menudo cómo eres y cómo vas?
- ¿Te haces compromisos para cambiar?
- ¿Eres amable, cercano, sensible y alegre con los que te rodean?
- ¿Has sido soberbio y egoísta?
- ¿Te sientes separado de alguien por riñas, disputas y peleas?
- ¿Eres humilde para pedir ayuda a tus amigos, padres, catequistas, profesores?
- ¿Buscas vivir en verdad?
- ¿Has pecado de pensamiento, obra y omisión?
- ¿Has procurado mantener tus pensamientos limpios y puros?
- ¿Te has dejado llevar tras los deseos de tu cuerpo, mal uso de la sexualidad, exceso de bebida y el alimento?
Con Dios…
- ¿Es Dios quien inspira tu vida o, por el contrario, te interesan otras cosas: el bienestar, la comodidad, el dinero…?
- ¿Te acuerdas de Él sólo en los momentos difíciles?
- ¿Tienes confianza en Él?
- ¿Hablas con Él de tus cosas?
- ¿Participas en la Misa del domingo?
- ¿Con qué actitud participas en la Eucaristía?
- ¿Te preocupas de conocerle más y más mediante la lectura de la Palabra de Dios?
- ¿Cuidas la oración personal y comunitaria? ¿Te acuerdas de ofrecerle a Dios los trabajos, las dificultades y los gozos de cada día? ¿Le pides ayuda?
- ¿Te preocupas por tu formación cristiana?
- ¿Has faltado en dar ejemplo como cristiano ante tu familia, amigos, vecinos, parroquia…?
- ¿Es Dios el centro y el motor de tu vida?
- ¿Le hablas y lo consideras como un Padre bueno que te ayuda?
Anda, atrévete a vivir siempre junto a Él. Él y yo, mediante el Espíritu Santo, te decimos: Te quiero, Tú eres importante para nosotros. Un abrazo colega. Tu amigo Jesús.
Puedes escribir tu reflexión en unas líneas, independientemente de que vayas a acercarme después al sacerdote o no para recibir el sacramento del perdón. NO SE TRATA DE ESCRIBIR LA RESPUESTA A CADA PREGUNTA sino expresar, en resumen, los frutos de este rato de oración en presencia del Señor. Lo importante no es “el número de faltas”, sino la sinceridad y el deseo de conversión.
PERDÓN SEÑOR, PERDÓN…
Jesús,
reconozco que muchas veces sólo pienso en mí
y no me preocupo por los demás;
que sólo quiero hacer lo que me gusta,
y no ayudo en casa,
ni estoy atento en el instituto/universidad,
ni trato bien a la gente,
ni soy capaz de compartir con los demás
lo que tengo.
Jesús,
te pido que me perdones
y me enseñes a ser como tú,
y a llevar alegríaa los que están a mi alrededor.
MADRE…
Santa María, ayúdame a esforzarme
según el máximo de mi capacidad
y el máximo de mis posibilidades
para así responder al Plan de Dios
en todas las circunstancias concretad de
de mi vida.
TOMA MI CORAZÓN SEÑOR…
Mi corazón es pobre, Señor, yo me siento de barro; soy como arcilla abandonada que espera las manos del alfarero. Pon tus manos, Señor, tu corazón, en mi miseria, y llena el fondo de mi vida de tu misericordia. Protege mi vida. Sálvame. Confío en ti.
Quisiera decirte lo que eres para mí: tú eres mi Dios, tú eres mi Padre, tú me quieres. Te estoy llamando todo el día. Da alegría a quien quiere ser tu amigo, que mi confianza la he puesto en ti.
Yo sé que tú eres bueno y me perdonas. Sé que eres misericordioso con quien abre su corazón a tu amor y lealtad. Escúchame. Atiéndeme. Te llamo. Yo vengo a estar contigo y a quedarme junto a ti.
Me callo ante tu presencia, porque tú conoces lo íntimo de mi vida. Aquí estoy, Señor, con mi corazón como es: que no oculte nada a tus ojos abiertos. Aquí estoy como arcilla fresca esperando ser modelada por tus manos misericordiosas.
Tú eres grande. Tú haces maravillas. Tú, el único Dios. Enséñame, Señor, tu camino y que mis pasos sigan tus huellas con fidelidad.
Me has hecho revivir, volver al camino. ¡Yo he experimentado tu misericordia! Señor, yo me alegro porque eres un Dios compasivo. Me alegro porque eres piadoso y paciente. Me alegro porque eres misericordioso y fiel. Señor, mírame. Ten compasión de mí. Dame fuerza.
Tú, Señor, siempre estás dispuesto a ayudarme y a animar mi corazón cuando decae. Tú, Señor, toma mi corazón de barro y moldéalo según la grandeza de tu misericordia.
MISERICORDIA SEÑOR…
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contro ti sólo pequé,cometí la maldad que aborreces.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quietes tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Oh, Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por
dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación.
Una vez más, recuerda: Jesús te ama sin condiciones, está contigo, no se ofende, te lo perdona todo y espera mucho de ti para tu felicidad y para la de los demás.
¡QUÉDATE EN PAZ!
FELICES LOS JÓVENES QUE BUSCAN A DIOS EN SU VIDA. FELICES LOS QUE BUSCAN Y ENCUENTRAN A “LOS OTROS” COMO IGUALES.
FELICES LOS JÓVENES QUE BUSCAN MÁS EL “SER” QUE EL “TENER”.
FELICES LOS JÓVENES QUE ACEPTAN “LA ACEPTACIÓN SIN CONDICIONES DE DIOS”, PORQUE CONTAGIARÁN ALEGRÍA.