CATEQUESIS CONFIRMACIÓN – Dios, fuente de la vida, crea el mundo (tema 7)

“La palabra del Señor hizo el cielo porque él lo dijo, y existió”. Sal 33, 6.9

“Creo en Dios, creador del cielo y de la tierra

Ficha “Dios me hizo”

  • ENTRADA

¿Qué tarea tengo esta semana? ¿He realizado los compromisos de la semana pasada? ¿Cómo ha sido llevarlos a cabo?

  • VER – Miramos nuestra realidad

En la primera lectura de la Sagrada Escritura que proclamamos en la Vigilia pascual, contemplamos cómo Dios está en el principio de todo aquello que en el mundo es bueno y bello, especialmente en el principio de la persona humana, que ha sido creada a su imagen y semejanza.

Gén. 1, 1-2, 3

  • JUZGAR – ¿Qué nos dice Jesús?

Lo que estudiamos en la asignatura de “Natus” sobre la creación del mundo es distinto a lo que nos cuenta la Biblia…¿Qué ocurre? ¿el libro del cole está equivocado? ¿la Biblia miente? ¡No! ¡La información no es contradictoria sino complementaria! Vamos a verlo…

Aprendemos a interpretar el relato de la Biblia sobre la creación:

EN CRISTO FUERON CREADAS TODAS LAS COSAS: La Biblia no pretende describir cómo se ha formado el universo al modo como lo hacen hoy los científicos. La Escritura presenta la obra del Creador simbólicamente, como una secuencia de seis días de trabajo divino que terminan en el reposo del día séptimo. Sin embargo, que el texto sea simbólico no significa que no exponga verdades: las verdades de la creación, de su origen y de su fin en Dios, de su orden y de su bondad, de la vocación del ser humano y, finalmente, del drama del pecado y de la esperanza de la salvación.

Fichas para trabajar el catecismo Testigos del Señor

Si la Biblia fuera escrita hoy, no hablaría de una creación en siete días, sino en miles de millones de años. No describiría las estrellas fijas en el firmamento, sino que evocaría los miles de millones de galaxias. Diría, además, que cuanto más se descubre la inmensidad del universo, más descubrimos la grandeza y el misterio de Aquel que constituye su origen y su corazón, Aquel a quien los hombres llaman Dios. Un Dios que el universo no puede conocer y que, sin embargo, ama personalmente a cada uno.

Durante siglos, la mayoría de los seres humanos pensaron que Dios había creado todo al mundo y después el mundo se había conservado más o menos igual. Había puesto el sol, la tierra, las estrellas…, cada uno en su lugar, y después se había desentendido.

Ahora sabemos que no es así, sino que la creación de Dios comenzó como una semilla que crece y se multiplica formando especies nueva. Podemos tomar como ejemplo al niño que crece. Es criatura de Dios al nacer, pero crece, se forma, se hace adulto. Como tal adulto, será muy diferente de cómo era cuando niño, pero sigue siendo criaturas de Dios.

Pasa igual con la gran familia de los vivientes. Dios no creo al comienzo los seres que ahora conocemos. Hace millones de años, el mundo de los seres vivientes era un mundo “niño” con plantas y animales primitivos que actualmente ya no existen. No existían animales con cuatro patas, ni aves y, por supuesto, no había hombres. Pero de ellos nacieron, por una serie de transformaciones y crecimiento, otros seres viviente, lo que hoy conocemos, que componen un mundo mejor organizado y más desarrollado que al comienzo.

Así pues, lo que ha habido es una creación progresiva gracias a las fuerzas que Dios había puesto en ella. Dios ha querido necesitar del ser humano para que la creación siga desarrollándose y perfeccionándose.

La Biblia nos ayuda a comprender por qué y para qué ha creado Dios el mundo y la personas.

Amar y cuidar la creación de Dios. Dar gracias por ella…

Entre todo lo creado, el máximo respeto se lo debemos a la persona humana, a su vida, integridad y dignidad, pues es imagen y semejanza de Dios. Los animales y las plantas, los cielos y las estrellas, los mares y los ríos , cada cosa a su manera, son también un reflejo de la sabiduría y la bondad de Dios. Dios ha puesto todas las cosas en las manos del hombre. Nosotros respondemos agradeciendo estos dones, cuidándolos y usándolos con responsabilidad. Hacer lo contrario es despreciar a su Creador. La naturaleza debe ser conservada y protegida para el bien de las personas, sabiendo que el dominio que Dios nos ha concedido sobre ella no es absoluto; debemos respetarla y evitar todo aquello que la dañe y perjudique. Con nuestro respeto y esfuerzo podemos y debemos mejorar el entorno en que vivimos para que esté al servicio de la dignidad y la calidad de vida de las personas de hoy de las generaciones venideras.

Los animales, creados por Dios, ¿son iguales que las personas…? ¡No! Los animales no son iguales que las personas, pues el hombre y la mujer han sido creados a imagen y semejanza de Dios y son la cumbre de la creación. Esta es la diferencia radical respecto a los animales. Las personas, con su voluntad e inteligencia, pueden decidir en favor o en contra del amor, pueden conocer y amar a Dios; en cambio, los animales no pueden. Sim embargo, los animales también son criaturas de Dios, rodeados de su solicitud providencial y, con su simple existencia, bendicen y dan gloria al Señor. Se les debe aprecio, pero no se los puede querer como se quiere a las personas. No sería justo gastar en ellos bienes que podrían remediar la miseria de los seres humanos.

Los ángeles. Son criaturas espirituales, incorpóreas, invisibles e inmortales; son seres personales dotados de inteligencia y voluntad. Los ángeles contemplan a Dios cara a cara, lo glorifican, lo sirven y son sus mensajeros en la misión de salvación de los hombres. Quizás no sepamos mucho de ellos, pero en verdad existen y cuidan de nosotros. De algunos conocemos sus nombres Rafael, Miguel, Gabriel…. Y sabemos que hay varias escalas entre ellos… Arcángeles, ángeles, serafines, querubines…  También ellos son criaturas de Dios con una misión muy concreta: ver a Dios cara a cara y venir a nuestra ayuda. La Iglesia se uno a los ángeles para adorar a Dios, celebra la memoria de algunos de ellos y les pide ayuda.

Dice San Basilio Magno: “Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastora para conducirlo a la vida.”

  • ACTUAR – ¿Qué podemos hacer?

Debemos tomar conciencia de la responsabilidad que tenemos ante el mundo que Dios pone en nuestras manos. Fijaos, Dios nos ha entregado al hombre la creación: los astros, la tierra con las plantas y sus frutos, y los animales. El universo entero está puesto al servicio de los seres humanos. ¿ Estamos sabiendo cuidar la creación?

¿Te gusta tu barrio? ¿Tu ciudad? ¿Y el lugar donde veraneas? ¿Crees que hay que agradecer a Dios por todo lo que ha creado? ¿Cómo puedes agradecérselo? ¿Estás siendo tú un buen encargado de cuidad lo que Dios ha creado? ¿Qué compromiso tomas?

  • DESPEDIDA Todo lo que Dios creó es bueno

Bendice, alma mía, al Señor: ¡Dios mío, qué grande eres! Cuántas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con sabiduría; la tierra está llena de tus criaturas. (Sal 104, 1 , 24)

Juntos rezamos esta oración de San Francisco de Asís que reconocía en la naturaleza el rostro de Dios.

Quizziz Tema 7: Dios, fuente de la vida, crea el mundo