Decálogo del buen monitor
-
Es buen compañero de los monitores
-
Hace que los jóvenes lo vean como un amigo sin perder la perspectiva de que él es el educador
-
No es un controlador, sino que acompaña y orientar
-
Cree en lo que hace
-
Es animador: alegre, dinámico y entusiasta. Debe tener siempre la sonrisa en la cara
-
Capaz de conectar con los jóvenes y dialogar de sus problemas y de sus valores
-
Sabe escuchar
-
Tiene iniciativa, es activo y dinámico. No espera a que se lo digan todo
-
Es capaz de entregarse y de sacrificarse por los demás
-
Es servidor, paciente y tolerante
“Lo importante no es que tengas todas estas cualidades,
sino que aspires a tenerlas”