Noticias desde Bayenga
Hola, jóvenes misioneros de S. Ildefonso!!!
Hace ya 2 meses que llegué de nuevo a la R.D. del Congo y prácticamente llevo un mes en Bayenga, pues hemos tenido varios contratiempos como grupo de misioneros de la Consolata en la Provincia Oriental: un sacerdote ha muerto, un hermano y un laico han estado bastante enfermos, un sacerdote ha debido ser trasladado a Italia también por razones de salud, dos sacerdotes parten definitivamente del Congo, … ¡vamos, que ponemos un circo y se nos mueren los leones!!!!
Todo esto nos ha supuesto un esfuerzo más para cubrir huecos en parroquias con distancias enormes y con situaciones bastante difíciles (a ver si os animáis, que necesitamos gente!!!). Ya estamos reorganizándonos mientras esperamos “refuerzos”.
Poco a poco retomo el camino con el pueblo pigmeo y con el desafío de la erradicación de la lepra y la tuberculosis. Empresa titánica en un pueblo semi-nómada y habituado a una farmacopea natural, que sirve en muchos casos, pero no en estos dos.
Hoy he estado en Ekpakpe, uno de los campamentos con más concentración de enfermos de lepra y tuberculosis. Vuelvo contento, porque los niños que empezaron el tratamiento el mes pasado están mejorando, así como una mamá que sufre de tuberculosis; ella ha comenzado a recuperar peso y ya no echa esputos de sangre.
En cambio, en el campamento de Agambe no he encontrado a los dos enfermos de lepra que han contagiado a todos los demás en los alrededores. Hace dos meses que están en la selva y no sabemos cómo están siguiendo el tratamiento. Tengo que ir a buscarlos en los campamentos del interior, pues si pasan muchos días sin tomar las medicinas, el bacilo puede crear resistencias y todo el trabajo se habrá echado a perder.
Los enfermeros y el doctor, así como Bomao, la mamá pigmea que nos ayuda con la farmacia y la sensibilización, todos están muy agradecidos con los microscopios que han llegado desde Jaén, así como con la llegada de las medicinas contra la lepra y la tuberculosis.
Les he hablado de la gente que nos ayuda desde Jaén y también de los jóvenes de S. Ildefonso. Aquí se asombran de vuestra gratuidad y vuestra generosidad. Cuando les cuento que habéis pasado semanas vendiendo pulseras para ganar algo de dinero para ayudarles, se asombran mucho: ¿Cómo?¿Sin conocernos?¿un grupo de jóvenes?¿en lugar de pasar el tiempo divirtiéndose?…
Además de la eficacia del dinero en sí, el testimonio de vuestra generosidad y amor sin fronteras les hace mucho bien.
Los 500 € que nos habéis enviado los usaremos para terminar de instalar el laboratorio para lepara y tuberculosis y para facilitar el transporte hasta los campamentos donde se encuentran los enfermos. Cierto que compraremos también caramelos para los niños, enfermos o no, de los campamentos afectados, para que se alegren un poco en medio de las dificultades de cada día. ¡No sabéis cuánto pueda ser importante para uno de estos niños recibir de vez en cuando un caramelo!

Hoy hemos enterrado también a Aunututú (este nombre quiere decir: nacido en la selva), un joven de unos 18 años, que ha muerto inesperadamente en su campamento. Todos los jóvenes y adultos de los campamentos de los alrededores han llorado su muerte.
Rezamos por él, con ellos.
Gracias por vuestra solidaridad, por vuestra a mistad y vuestra oración. Vosotros sois la sal del mundo,… conservad siempre el buen sabor del evangelio.
Mucha gracias en nombre de todos los pigmeos y los enfermos de lepra y tuberculosis de nuestra parroquia.
Andrés