ORACIÓN DE TAIZÉ “Artesanos de paz”
El viernes, 15 de enero, participamos en una oración muy especial. Una oración de Taizé a la que nos invitaron los jóvenes del grupo Youcat de la parroquia de la Inmaculada de Mengíbar.
En ella, pedimos por la paz que tanta falta hace en nuestro mundo.
¡Muchísimas gracias Youcat “La Inmaculada” por esta maravillosa noche en la que tanto hemos compartido! Unidos siempre en la oración.
ORACIÓN POR LA PAZ
Canto: Laudate omnes gentes, láudate dominum, laudate omnes gentes, láudate dominum(Alabad al Señor todos los pueblos)
Meditación: Hoy para muchos, darle su confianza a Dios no es para nada obvio. Si Dios existe y está tan más allá de todo lo que podemos imaginar: ¿Cómo estar unidos a él que nos sobrepasa infinitamente? Es así que al escuchar a los primeros cristianos podemos confiar en ellos. Ellos nos dicen que podemos volvernos hacia Cristo Jesús. Dios es como el sol, es demasiado deslumbrante para que podamos verlo. Pero Jesús deja transparentar la luz de Dios. Los primeros cristianos llegaron hasta decir que ese Jesús era el Hijo de Dios. Para seguirlos, tuvieron que hacer un salto. La vida extremadamente simple de Jesús, descrita en los evangelios, contrasta con esta afirmación. Jesús es el Hijo de Dios: ¿qué quiere esto decir? Esto significa que él no vino para decirnos lo que hay que hacer y lo que no, sino que para comunicarnos la misma vida de Dios. Lo que es y lo que será siempre la gran y sorprendente novedad es que Jesús comunicó la luz de Dios a través de una vida muy simple. No era un superhombre, en él no había nada inhumano. Llegó hasta querer a sus enemigos, puesto que Dios no excluye a nadie de su amor. En la cruz, abrió una fuente que nunca se secará, la fuente del perdón de Dios. Beber de esta fuente nos concede volvernos siempre más profundamente humanos. Y, después de su resurrección, la primera palabra que les dirige a sus discípulos es «la paz esté con vosotros.» La paz de Cristo, es más que un sentimiento que se quedaría dentro de nosotros. Con su paz, Cristo nos da la capacidad de crear relaciones de paz alrededor de nosotros. ¿Podríamos escuchar más la voz de Cristo que, muy discretamente, sin imponerse, deposita su paz en nuestro corazón, haciendo de nosotros artesanos de paz, mujeres y hombres de compasión? (Hermano Alois, de Taizé. Meditación.)
Canto: El alma que anda en amor, ni cansa ni se cansa
Del Salmo 85:
Aleluya, aleluya, alelu- uya
Voy a escuchar los que Dios dice:
el Señor habla de paz a su pueblo y a sus fieles, ¡que no vuelvan a ser necios!
Aleluya, aleluya, alelu- uya
Su salvación está cerca de quien lo venera,
la gloria vuelve a morar en nuestra tierra. El amor y la verdad se han encontrado, la justicia y la paz se abrazan.
Aleluya, aleluya, alelu- uya
La verdad brota de la tierra, la justicia surge del cielo.
El Señor traerá prosperidad y nuestra tierra dará su cosecha.
La justicia caminará ante él, sus pasos trazarán el camino.
Aleluya, aleluya, alelu- uya
Canto: Hagasé, en mi, cuanto quieras, como quieras, donde quieras. Aquí estoy para vivir, tu Palabra.
Lectura: San Pablo escribe: “Yo, pues, prisionero del Señor, os ruego que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados, con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándoos unos a otros en amor, esforzándoos por preservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también vosotros fuisteis llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.” (De Efesios 4, 1-6)
SILENCIO
Oración común (cada uno puede decir una petición o dar gracias) a lo que los demás responden con el canto Kyrie, kyrie eleison. Kyrie, kyrie eleison (Señor ten compasión)
Oración: Jesús, nuestra paz, tú nunca nos abandonas. El Espíritu Santo siempre nos abre un camino, el de lanzarnos en Dios como en un abismo. Y sobreviene el asombro: este abismo no es un precipicio de tinieblas, sino que es Dios, abismo de compasión e inocencia.
Cantos:
- Magnificat, magnificat, magnificat anima mea Dominum. Magnificat, magnificat, magnificat anima mea.
- De noche, iremos de noche, que para encontrar la fuente, solo la sed nos alumbra, solo la sed nos alumbra.
- Jesus, remember me when you come into your kingdom. (JESÚS ACUERDATE DE MI CUANDO LLEGUES A TU REINO)
- Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene nada le falta. Nada te turbe, nada te espante, solo Dios basta.