Testimonio misionero de nuestro amigo Alfredo
El pasado viernes, 23 de noviembre, nos visitó nuestro amigo Alfredo Torres y compartió con nosotros su testimonio como misionero de la Consolara en Isiro (R.D del Congo).
Queridos amigos, ha sido un placer compartir con vosotros nuestra experiencia y nuestra forma de entender la vida misionera. Gracias por haberme escuchado con tanta atención.
Para nosotros lo más importante es ser misionero allá donde estemos, con nuestro testimonio, con nuestro comportamiento hacia los más necesitados y en general llevando el evangelio por bandera.
¡Un abrazo para cada uno de vosotros! ALFREDO & Mª LUISA
Kembo na Tatá, na Mwana, na Elimo Santu, Amen.
O Marie aide-nous
À dire oui au Seigneur,
O Marie chaque jour de norte vie
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Estas han sido nuestras impresiones…
“Lo que más me ha impactado es que su mujer y él lo dejaran todo por ayudar a los más necesitados, de la mejor manera que pueden, porqué si entre todos ponemos un granito de arena, seguro que podremos llegar a construir un mundo mejor y más justo, sin aprovecharnos de los los demás.” JESÚS CANO
“Me sorprendió que una pareja tan joven tuviera el proyecto y tomará la decisión de irse al Congo. La idea de ayudar a los demás enseñando y formando a un pueblo sin recursos, la podemos tener todos, pero llevarla a cabo…Escuchar este testimonio hace valorar todos los medios que tenemos para estudiar y que no aprovechamos. Te das cuenta de todas las facilidades y comodidades, como tener luz en toda la casa, carreteras, maestros que nos forman…que tenemos y otros países pobres no. Me impresionó que llevarán su vida en el Congo con normalidad, aumentando al familia con el nacimiento de su hija Candela.” MARINA
“Yo no sabía que se podía ser misionero sin ser sacerdote. Me ha impresionado mucho conocer lo que hacen los misioneros” JESÚS GARCÍA
“Creo que ser misionero no es tan fácil como parece. Al ver la situación en la que se encuentran muchas personas, te arrepientes de no haber apreciado el tener un hogar, una educación y una sanidad decentes. Por eso creo que, en verdad, un misionero debe tener fuerza, mucha fuerza, para ayudar a los que más lo necesitan.” RAFA