CATEQUESIS DE CONFIRMACIÓN – Dios elige a David, para ser rey de su pueblo (tema 13)
“Lo he ungido con óleo sagrado: para que mi mano esté siempre con él y mi brazo lo haga valeroso” (Sal 89, 21-22)
- ENTRADA
¿He realizado los compromisos de la semana pasada? ¿Cómo ha sido llevarlos a cabo?
- VER – Miramos nuestra realidad
Recordamos lo que hemos hemos visto en las catequesis anteriores sobre la “Historia de la Salvación”…
CATEQUESIS DE CONFIRMACIÓN – Dios llama a Moisés y libera al pueblo de la esclavitud (tema 11)
CATEQUESIS DE CONFIRMACIÓN – Dios hace una Alianza con el pueblo de Israel (tema 12)



==> EL REY DAVID
Después de morir Moisés, el pueblo de Israel (guiado por Josué) atravesando el río Jordán (donde siglos después sería bautizado Jesús) llegó a la Tierra Prometida. Después de años de desierto y sequía, llegaron a esta tierra de agua, verdor y frescura. Este acontecimiento singular tiene un profundo sentido religioso y salvífico; los israelitas ven en este paso el cumplimiento de la promesa hecha por Dios a sus antepasados.
Cuando el pueblo se asienta en esta nueva tierra se divide en doce tribus y se expanden por el territorio. Al frente de cada tribu eligieron a un juez que los dirigía, liberaban al pueblo de los peligros que le acechaban, aconsejaban sobre las decisiones que se debían tomar y recordaban el deber de fidelidad a la Alianza. La Biblia relata las actuaciones de algunos de estos Jueces, entre otros: Gedeón, Sansón, Débora.

Las tribus son grandes grupos humanos que, en los pueblos nómadas, nacen de un ascendiente común, llamado patriarca.
En el pueblo de Dios se distinguían doce tribus que procedían de doce hijos de Jacob: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, José, Benjamín, dan, Neftalí, Gad y Aser. (Gén 35, 22-26).

La idea de las doce tribus permaneció siempre en el pueblo judío como un símbolo de plenitud e ideal. En el Nuevo Testamento se mantiene el simbolismo del número doce: así Jesús, establece la Iglesia sobre los doce Apóstoles.

Al dispersarse por el territorio empezaron a sentir inseguridad: vivieron alternativamente momentos de paz y de guerra con los pueblos que los rodeaban. Cuando estos pueblos, sobre todo los filisteos, pusieron en peligro la existencia de los israelitas, surge en ellos el deseo de la monarquía, de tener un rey que una a las doce tribus y haga de ellos un gran país. Un día Dios eligió a David, un joven pastor, para que fuera rey de su pueblo (2 Sam 7, 8 – 14) / (2 Sam 7, 18.20.24).
Es muy importante saber que David es una de las figuras más importantes del pueblo de Israel. Abrahán, Moisés y David son los tres grandes personajes de este pueblo y marcan tres momentos decisivos de su historia:
- El germen del pueblo, el nacimiento: Abrahán
- Su mantenimiento como pueblo, con su ley divina: Moisés
- La mayoría de edad del pueblo: David y su reinado.
==> JERUSALÉN, CIUDAD DE DAVID
David eligió como capital de su reinado a Jerusalén al conquistarla y trasladó allí el Arca de la Alianza. Jerusalén es la ciudad santa venerada por judíos, cristianos y musulmanes. Su existencia está testificada desde 1900 aC.
Mientras que los judíos y los musulmanes consideran a Jesús como un gran profeta, nosotros creemos que Jesús es la plenitud de la vida religiosa en quien Dios reconcilio consigo todas las cosas.
Salomón sucedió en el trono a David, su padre, y construyó el templo de Jerusalén que se convirtió en el centro religiosos de Israel. Pero, a la muerte de Salomón, el reino de David se dividió en dos. Casi todos los reyes que siguieron rompieron la Alianza con Dios y, con su conducta infiel, muchos israelitas abandonaron al Señor para adorar a otros dioses. Pero la historia de la Alianza de Dios con los hombres continuó.
Jerusalén es llamada “ciudad de David” y “ciudad santa”. También es llamada “Sión”. Era la capital de Israel, al igual que lo es ahora. Jesús fue crucificado en Jerusalén, en un lugar llamado Gólgota, cerca de una de las puertas de la ciudad. En Jerusalén también nació la primera comunidad cristiana; desde allí, después de Pentecostés, los Apóstoles partieron para anunciar el Evangelio a todas las naciones.
==> JESÚS, HIJO DE DAVID
Con el reinado de David, a quien dios promete un reino eterno, renació la esperanza en el pueblo, pues Dios cumpliría la promesa de Salvación hecha a Abrahán: el Mesías será un descendiente de David, será el último enviado de Dios.
Esta promesa culminará en Jesús, descendiente de la familia de David, el rey definitivo en quien Dios cumple todas sus promesas.
En la ciudad de David, Jerusalén, Jesús fue condenado, murió y resucitó. Allí también nació la primera comunidad cristiana de la historia.

En los evangelios, un ciego llamado Bartimeo, una mujer cananea y algunos otros llaman a Jesús “Hijo de David” (Mc 10, 47/ Mt 15,22)
Cuando Jesús hace su entrada en Jerusalén para la celebración de la Pascua, el pueblo exclama: “¡Hosanna al hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!” (Mt 21,9)
Cuando comienza el evangelio de Mateo, Jesús es presentado como descendiente del gran patriarca Abrahán y también del rey David, de cuya familia debía nacer el Mesías (cf. Mt 1, 1)
Que Jesús sea “Hijo de David” significa que es hombre como nosotros, con una larga lista de antepasados, muchos de ellos fieles a Dios y algunos pecadores, y que es el cumplimiento de la promesa hecha a David y su descendencia. En la noche de Pascua, al ir leyendo las lecturas de la Biblia, la Iglesia medita las promesas de Dios a David, que se cumplen en Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, en quien Dios mismo viene a salvar a su pueblo mediante la Muerte en la cruz y la Resurrección de su hijo único.
==> CREER EN DIOS ES CONFIAR SIEMPRE EN SU MISERICORDIA
Una vez, David, el rey más glorioso de Israel, olvidó su amistad con Dios y pec´´o gravemente. (cf. 2 Sam 11,1-26)
David era un hombre como nosotros, y cometió un pecado muy grave: se enamoró de la mujer de su mejor capitán Urías. Urías el hitita es presentado en el segundo libro de Samuel como el marido de Betsabé, soldado del ejército del rey David, uno de los llamados “valientes de David“. Tras negarse Urías a visitar a su propia esposa, contrariando así los designios de David quien buscaba disimular su adulterio con Betsabé, el rey lo mandó a la muerte, ordenando a los soldados que se apartaran de él en la batalla para exponerlo al enemigo. Así ocurrió que David fue culpable de adulterio y de asesinato. Como era el rey nadie le amonestó nada más que un profeta, un hombre de Dios llamado Natán. Pero David, lejos de castigarle se arrepintió de todo corazón de lo que había hecho, lloró amargamente y Dios tuvo misericordia de él. En ese momento de arrepentimiento le escribió a Dios el salmo 51, que hoy es nuestra oración de penitencia por excelencia.
==> DAVID Y LOS SALMOS
A pesar de su pecado, David es un rey “según el corazón de Dios”. David es modelo de oración por su obediencia a la voluntad de Dios, su deseo de alabarlo y por su arrepentimiento. También ruega por su pueblo y en nombre de su pueblo; ora porque confía en que Dios es fiel a sus promesas y lo reconoce como el único Rey y Señor. David, inspirado por el Espíritu Santo, muestra en los Salmos cómo debemos rezar:
“Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos. Dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas; cantadle un cántico nuevo.” (Sal 33, 1-3)
La oración de Cristo, verdadero Mesías e Hijo de David, revelará y llevará a su plenitud el sentido de los Salmos. San Pablo dice a los cristianos:
“Recitad entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y tocad con toda el alma para el Señor” (Ef 5, 19)
Como los autores inspirados del Nuevo Testamento, las primeras comunidades cristianas releen el Libro de los Salmos cantando en él el misterio de Cristo.
En el siglo IV san Ambrosio nos indica que los Salmos son siempre un cántico de alabanza a Dios: “Los Salmos son la bendición del pueblo, la alabanza de Dios, el elogio de los fieles, el aplauso de todos, el lenguaje universal, la voz de la Iglesia, la profesión armoniosa de nuestra fe.
- JUZGAR – ¿Qué nos dice Jesús?
- Dios eligió a David, lo unge (marca, señala, elige…)
- Dios llama a un joven pastor para que sea rey, pero un rey que sea pastor de su pueblo.
- David es pecador que reconoce su pecado, se arrepiente y alcanza la misericordia de Dios.
- David escribía poesías, son algunos de los salmos de la Biblia con los que la Iglesia ha aprendido a orar.
¿Un rey para qué? ¿Qué tipo de reyes quiere Dios?
- ACTUAR – ¿Qué podemos hacer?
¿Por qué los cristianos no nos desanimamos a pesar de haber pecado? Porque Dios Padre está siempre dispuesta a perdonarnos, pues es misericordiosos y conoce nuestro corazón.
- COMPROMISO – Personal, grupal, familiar
- ORACIÓN FINAL
Cuando David reconoció que se había comportado de manera injusta y que había dejado de ser fiel a los Mandamientos, lloró amargamente su pecado y pidió perdón al Señor, orando, ayunando y lamentándose:

Con este salmo, David nos enseña a reconciliarnos con el Señor cuando somos infieles a sus Mandamientos, porque Dios siempre está dispuesto a perdonar. Por el sacramento de la penitencia, la Iglesia, en nombre de Jesucristo, perdona los pecados que hayamos cometido después de nuestro bautismo y nos reconcilia con Dios y con los hombres.
Quizziz tema 13: Dios elige a David para ser el rey de su pueblo